Diseño gráfico en los títulos de crédito o la dosis imprescindible de creatividad

30 Ene Diseño gráfico en los títulos de crédito o la dosis imprescindible de creatividad

El cine es uno de esos artes en los que el diseño gráfico tiene tanto que decir que ha llegado a convertirse en disciplina y uno de los claros ejemplos está en la importancia que tiene los carteles de las propias películas. También en los títulos de crédito, su diseño y presentación, la imaginación está puesta al servicio de una tipografía que aparece y desaparece siendo capaces de resumir en un breve espacio de tiempo la trama principal de la película en la que se insertan.

Uno de los aspectos que más ha definido la película Atrápame si puedes (2002) fue el diseño gráfico de sus créditos iniciales.

Es probable que haya que ser un profesional del diseño gráfico para valorar y apreciar esta disciplina convertida en arte dentro de otro gran arte. Los títulos de crédito son capaces, mediante la genial combinación de imágenes y música, de crear el ambiente idóneo que inquiete y predisponga al espectador a recibir la película que han elegido ver. Los títulos de crédito añaden una dosis de creatividad a todo un entramado sin los cuales el resultado sería, con toda seguridad, diferente.

El diseño de títulos de crédito de la saga de James Bond siempre ha sido muy característico. Uno de los últimos pertenece a la película Skyfall (2012).

TÍTULOS DE CRÉDITO: Una disciplina destinada a llamar la atención del espectador

Pero, ¿quién hace posible todo esto? En primer lugar, un diseñador gráfico; en segundo lugar, un experto en presentación visual y tipográfica; es decir, un diseñador gráfico experto en tipografía e imagen. Estamos hablando de soportes en movimiento, es decir, de soportes en los que los diseños no permanecen fijos y por lo tanto, de la necesidad de conocer en profundidad las tipografías susceptibles de adaptarse o de insertarse a la perfección en una dinámica que baila al son de una melodía y de unas imágenes determinadas.

Créditos de introducción de la película Watchmen (2009).

Si hasta hace unos años los títulos de crédito se trabajaban al final del proceso de creación de una película, su creciente importancia y efectividad, han conseguido colocarlos en una posición mucho más relevante e incluso en parte imprescindible.De los elementos con los que juegan los títulos de crédito –imagen, sonido y tipografía– es el último el que más llama la atención por su capacidad de expresión. A pesar de que no se debe ni se puede aislar la tipografía de los otros dos elementos que la acompañan, es cierto que es la tipografía la mayor responsable; y lo es por su capacidad de intensificar y aumentar cualquier signo de expresión.

Créditos finales de Kill Bill: Vol. 2 (2004), dirigida por Quentin Tarantino.

Al interactuar con el resto de agentes que aparecen en la pantalla, la tipografía se convierte en una imagen más, capaz de transmitir las emociones o sentimientos que constituyen el argumento de una película y de responder a su necesidad de ser percibidos por los espectadores.

Créditos iniciales de la película Se7en (1995).

Y es que una de las primeras impresiones que recibimos cuando acudimos al cine es, precisamente, la proporcionada por los títulos de crédito. ¿Somos conscientes de cómo captan éstos nuestra atención y cómo nos preparan para lo que viene después?Pensémoslo, porque lo que sí es cierto es que detrás de cada uno de estos títulos, hay todo un trabajo de un equipo de profesionales del diseño gráfico destinado a despertar nuestra curiosidad.

Recientemente, la película Suicide Squad (2016) también incorporó un característico diseño de créditos finales con un aspecto psicodélico que define la esencia de la película.