El poder del color en el diseño gráfico

13 Jun El poder del color en el diseño gráfico

¿Cómo influyen los colores en nuestras decisiones? ¿Qué papel desempeñan en un diseño gráfico? Aunque las respuestas a estas dos preguntas pueden parecer obvias, está claro que un consumidor tiende a decantarse por un producto en el que predomine el color que más le guste y que, junto a otros elementos del diseño gráfico, el color es el encargado de atraer las primeras miradas de estos consumidores.

Diseño gráfico, psicología y la elección del color

Sin embargo, y lejos de dejar al azar el empleo de uno u otro color, detrás de cada uno de ellos hay todo un conjunto de intenciones y de sensaciones que los convierten en idóneos para asociarlos a según qué sectores de actividad. ¿Por qué el color azul y el blanco están presentes en la mayoría de los productos para la salud? ¿Por qué es el color rojo el que utilizan tanto algunos servicios de emergencias, como algunas archiconocidas marcas de refrescos? ¿Cuál ha sido la razón que ha llevado a los políticos a elegir el color de sus logos?

El conocimiento es poder y lo es, en el tema que nos ocupa por la capacidad de los colores para convencer, seducir y transmitir sensaciones de lo más variopinto. El diseñador gráfico utiliza la paleta de colores con conciencia y sabe que con el uso de uno u otro va a tocar la psicología profunda de muchos consumidores y los va a guiar hacia el objetivo de quienes han lanzado una marca determinada.El color determina en un 90% la elección de un producto y, es también el color, el que, en un porcentaje parecido, permite que una marca sea reconocida.

Algunas características de los colores

Entre las virtudes del color rojo, está la de transmitir energía, pasión, emoción; pero con la misma intensidad es capaz de transmitir peligro e incluso, para algunos artículos, falta de calidad; y si hablamos de profesiones, puede llegar a inspirar falta de seriedad.

Otros colores cálidos como el amarillo o el naranja, habitualmente asociados con la alegría, el calor, el entusiasmo o en algunos iconos, para llamar la atención, son empleados, sin embargo, en tonalidades mucho más suaves cuando se quiere transmitir un estado de felicidad serena, sin grandes exaltaciones.

En el otro extremo, los colores fríos como el azul, el verde o el morado, cumplen otra función. El verde es, por su armonía, signo de generosidad, naturaleza y bienestar, mientras que el azul, un color tradicionalmente masculino, se emplea para transmitir fuerza, seguridad, calma y eficacia, entre otras cualidades.

Si el azul y el verde no suelen ir asociados al poder o a la sofisticación, el morado, sí lo está. Sabiduría, respeto, poder y autoridad, misterio y creatividad son algunas de sus bondades. Está claro: todo depende del color del cristal con el que se mire.

La imagen de portada es de Studio Hands.